El colesterol es una sustancia grasa que tu cuerpo utiliza para construir las membranas celulares, fabricar hormonas y generar vitamina D. Sin embargo, unos niveles elevados de colesterol pueden ser un factor de riesgo para la cardiopatía y otros problemas graves de salud.
El colesterol es un tipo de lípido o grasa que se encuentra en cada célula del organismo. Procede de dos fuentes principales: el hígado, donde se produce la mayor parte del colesterol del organismo, y una pequeña cantidad de los alimentos que ingerimos. El colesterol se transporta a través de la sangre por las lipoproteínas, que están formadas por proteínas y grasas. Los dos tipos de lipoproteínas de los que sueles oír hablar son las de baja densidad (LDL), o colesterol “malo”, y las de alta densidad (HDL), o colesterol “bueno”.
Tener demasiado colesterol “malo” en sangre puede provocar la acumulacion de placas en las arterias, un trastorno conocido como aterosclerosis. Esto puede restringir o bloquear el flujo sanguíneo y causar un ataque al corazón. Los niveles elevados de colesterol “malo” también pueden aumentar el riesgo de sufrir un ictus, una enfermedad arterial periférica (EAP) y otros problemas de salud.
Por otro lado, el colesterol “bueno” ayuda a eliminar el colesterol “malo” del torrente sanguíneo. Los niveles elevados
de colesterol “bueno” pueden reducir el riesgo de padecer cardiopatías. La proporcion de colesterol “bueno” a “malo”
puede ser un factor importante a la hora de determinar tu riesgo de enfermedad cardíaca.
Algunos factores que pueden aumentar tu riesgo de tener niveles elevados de colesterol son:
+ Una dieta rica en grasas saturadas, grasas trans y colesterol
+ Tener obesidad
+ Falta de actividad física
+ El tabaquismo
+ Diabetes
+ Edad (hombres mayores de 45 años y mujeres mayores de 55 son más propensos a tener el colesterol elevado)
+ Antecedentes familiares de colesterol elevado o cardiopatía
Seguir una dieta baja en grasas saturadas, grasas trans y colesterol puede ayudarte a reducir los niveles de colesterol “malo” a la vez que aumenta los niveles de colesterol “bueno”. Procura comer muchas frutas, verduras, cereales integrales, fuentes magras de proteínas y grasas sanas, como el aceite de oliva, los aguacates y los frutos secos.
La actividad física regular puede aumentar tu nivel de colesterol “bueno” y mejorar tu salud en general. Trata de hacer
al menos 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada, como caminar rápido, todas las semanas.
Fumar puede disminuir tus niveles de colesterol “bueno”, al tiempo que aumenta los de colesterol “malo”. Dejar de fumar
puede ayudar a mejorar tus niveles de colesterol y a reducir el riesgo de enfermedad cardíaca.
Si los cambios de estilo de vida no son suficientes para controlar tus niveles de colesterol, tu médico puede recetarte
medicacion con estatinas. Las estatinas sirven para reducir el colesterol y actúan bloqueando la enzima del hígado que
lo fabrica. Se ha demostrado que las estatinas reducen el riesgo de sufrir un ataque al corazón o un ictus.
El colesterol es una parte importante de la bioquímica de tu organismo, pero tener niveles elevados de colesterol “malo”
en sangre puede aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y otros problemas de salud. Afortunadamente, puedes
tomar medidas para reducir tus niveles de colesterol y disminuir tu riesgo. Seguir una dieta sana, hacer ejercicio con
regularidad y dejar de fumar pueden ayudarte, al igual que tomar medicamentos si es necesario. Habla con tu médico sobre
tus niveles de colesterol y sobre lo que puedes hacer para controlarlos.